martes, 29 de marzo de 2011

Un buen productor - Pte. II

En el post anterior comencé a compartir con ustedes los requisitos que, a mi entender, debe cumplir un productor para calificarse como bueno.

En mi opinión, un buen productor cumple roles múltiples, envolviéndose en su proyecto de comienzo a fin.

El proceso comienza cuando el productor conceptualiza su proyecto. La idea original le puede llegar por inspiración propia: ¡de esas que llegan cuando se está en la ducha o guiando! También la idea puede llegarle por encargo. Esto es cuando una persona le presenta la idea al productor para que la desarrolle, para que la produzca. Cuando esto sucede, al menos en mi caso, agarro la idea, le doy vueltas y la hago mía. Este proceso puede tomarme varios días o hasta varias semanas. Me siento a escribir las ideas que me vienen a la mente, describo las imágenes que veo en cada etapa de desarrollo, y al cabo de varias sesiones de brainstorming, me siento a darle una forma concreta en papel. Es como cuando la gallina empolla. Mi socia define este proceso como que “se está cocinando la sopita cuántica”. La otra manera que tiene un productor para concebir una idea es cuando éste le hace una adaptación a un concepto que haya leído o visto: un libro, una obra de teatro o un programa de TV. En cualquiera de los escenarios, el productor se envuelve en todo el proceso creativo, desde que la idea está en la etapa embriónica hasta que nace y camina solo. El productor que hace eso diseña su producción de principio a fin. Yo soy de esa escuela.

Comienzo por la elaboración del producto final y después diseño el funcionamiento del equipo de producción que va a llevar a cabo el proyecto. Tomemos como ejemplo un programa de televisión.
Una vez tengo la idea del programa clara en mi mente, visualizando desde el opening del show hasta los créditos del final, pasando por el contenido de cada segmento, me siento y lo pongo todo por escrito. Lo describo con lujo de detalles. También preparo un run down con los tiempos asignados para cada segmento.
Luego me concentro en especificar las necesidades de producción para llevar a cabo el programa. Estas necesidades incluyen:
*los elementos técnicos – cuántas cámaras, la escenografía, las gráficas, la música, el sonido, etc.
*el personal técnico – camarógrafos, sonidista, luminotécnico, editor, etc.
*el personal de producción – talentos frente a cámara, libretistas, asistentes de producción, productores asociados, maquillista, fotógrafo, el estratega de medios sociales (un elemento nuevo imprescindible), etc.

Simultáneamente, diseño el presupuesto de producción. Esto es lo más difícil para mí. Me encantaría tener la mitad de los presupuestos que se tienen en USA, por ejemplo. Producir con las limitaciones económicas que tenemos en Puerto Rico es un reto constante.

Después elaboro la rutina del funcionamiento del equipo de producción para el quehacer diario. Esta fórmula me permite precaver lo más possible para tener que remediar muy poco. Claro, no puedo perder la flexibilidad tampoco.

En fin, este behind the scenes es tan o más importante que la producción misma. Si este componente estuviera cojo por algún lado, la producción que el público recibe se va a ver afectactado, situación que no es aceptable bajo ninguna circunstancia para un buen productor. Una falla en un equipo de producción no le hace ningún bien ni al equipo, ni a la industria.

Volviendo al tema original, una vez el producto esté listo, al aire, publicado, con fecha de estreno, el buen productor no se puede divorciar de los esfuerzos publicitarios de su producción, ni del marketing tampoco.

Además de todo lo señalado en estos dos posts, un buen productor se debe estar educando cada vez más. Debe estar al tanto de los avances tecnológicos para ver las posibilidades que traen para sus producciones, presentes y futuras. Un buen productor se alimenta de ver y estudiar mejores producciones que las que él o ella realiza. Se alimenta de escuchar buena música, de ver buen teatro, de identificar nuevos talentos, de leer mucho sobre diversos temas y de ver diferentes expresiones del arte fuera de su entorno inmediato. Un buen productor es el equivalente a un director de orquesta.

viernes, 25 de marzo de 2011

Un buen productor - parte I

El título de productor puede ser seductor para mucha gente. Hay algunas personas que darían lo que no tienen por ver su nombre subir con el título de Productor Ejecutivo en los créditos de una película o de un programa de televisión . Pero, ¿qué se requiere verdaderamente para ser productor? ¿Poner el dinero para que la producción se realice? Sí, pero eso no lo es todo. Es un componente importantísimo, sin duda, pero hay mucho más detrás del título.

En primer lugar, un buen productor tiene que sentir pasión por lo que hace. Tiene que vivir, soñar y respirar la producción. El proceso de producir es uno creativo que produce un “rush” de adrenalina que no es fácil de explicar. Menos mal que es así porque este camino no es fácil, hay mucha competencia y frustración envuelta en esta profesión. Como en todo, la persona que desee producir se debe preguntar cuáles son las razones que la motivan a querer ser productor. Si éstas son puramente por dinero o por reconocimiento, entonces está en el negocio equivocado. ¡La producción no es tan glamorosa como se piensa!

La honestidad, la integridad y la transparencia son virtudes que deben describir a un buen productor. Su reputación debe mantenerse intacta a lo largo de su carrera. Estas características le permiten al productor evaluar objetivamente una idea propuesta, una interpretación musical, un programa de TV, un baile, un libreto, una puesta en escena, un performance, etc.. También le permite mantener buenas relaciones con las personas con quien interactúa, sean artistas, técnicos, inversionistas, clientes o el público.

El productor necesita ser diplomático porque si tiene éxito, tendrá que negociar contratos grandes y pequeños, con artistas, estaciones de TV o radio, con agencias de publicidad, inversionistas y personal de producción. Siempre que haya una negociación de por medio, la diplomacia es esencial para obtener el resultado deseado.

El productor debe tener un sentido innato de negocios. No tiene que ser un experto, pero sí debe tener el pulso. Hoy día también tiene que saber de tecnología y entender cómo su integración mejora su producto y lo pone al alcance de más gente. La tecnología se hace cada vez más esencial para mantenerse relevante en el mundo de la producción.

Un buen productor, aunque esté produciendo noticias o infomercials, debe tener desarrollado un sentido artístico y un sentido de estética. A la vez, debe tener un ojo para reconocer las tendencias contemporáneas en el diseño y la música. Si no, se corre el riesgo de quedarse atrás.

Un buen productor se rodea de los mejores en su especialidad. Esto incluye los talentos que dan la cara: los actores, artistas, animadores, cantantes, según las necesidades del proyecto que se está produciendo.
En el equipo de producción debe contar con el mejor director de cámaras o de escena, los mejores camarógrafos, libretistas, iluminadores, sonidistas, editores, artistas gráficos, asistentes de producción, vestuaristas y maquillistas, estilistas, etc., dependiendo del caso. También debe contar con productores de contenido digital y estrategas de medios digitales. Sobre este tema en particular abundaré en un post aparte.

Para montar y mantener un equipo de producción estelar, que siempre esté dispuesto a dar el 100%, el productor tiene que saber emplear la sicología cuando sea necesario. Mantener al equipo unido, enfocado, inspirado y con ánimo de colaborar entre sí, por encima de sus egos personales y por el bien de la producción, es un arte. La presión es mucha. El público merece lo mejor, independientemente de si es un buen día para el artista o no. He sido afortunada en haber contado con un excelente equipo de producción durante muchos años. La cohesión de ese equipo se traducía en la pantalla. Me refiero a cuando producía el programa de TV “ ¿Qué es lo que pasa aquí ?, ¡ah!

¿Quién de ustedes lo recuerda ?

En mi próximo post continuaré el tema de lo que en mi opinión hace a un buen productor.

domingo, 20 de marzo de 2011

Produciendo en el 2011

Ciertamente, producir para la televisión en el 2011 es muy diferente que haberlo hecho en los ’80 y ’90. Hay varios factores que apuntan a esta afirmación. Veamos:

1. En aquella época no contemplábamos el uso de las multi-plataformas. Producíamos y grabábamos el programa y ya. Cuando mucho, grabábamos y editábamos una promo, porque casi siempre de eso se encargaba el Dept. de Promociones del canal. También rogábamos que nos publicaran un comunicado de prensa en el periódico, promoviendo el invitado de la semana.

2. Cuando necesitábamos más promoción, buscábamos la manera de que nos hicieran un reportaje de uno de nuestros artistas en las revistas semanales de farándula. Conozco a uno que otro artista o productor que inventaba alguna historia o escándalo para conseguir salir en una de las revistas y así mantener al público pendiente de su programa. Y no se afilen los colmillos, ¡que no voy a decir nombres aquí !

3. Algunos productores no teníamos que salir a vender nuestros espacios comerciales. Grabábamos en los estudios con los técnicos del canal y ellos nos pagaban la producción semanalmente. Con eso le pagábamos a los talentos contratados y de lo que sobraba, a nosotros mismos. Los espacios comerciales los vendía el canal a través de su Dept. de Ventas. Claro, había que mantener un rating y un share decente para que el canal nos renovara el contrato cada 13, 26 o 52 semanas, según el caso. Este último punto de rating y share se mantiene hoy en día, pero si el programa está bien vendido ($$), la gerencia no se apresura tanto en cancelarte el programa.

Hoy día la situación ha cambiado para muchos de nosotros. En muchos casos nos ofrecen una cantidad tan y tan pequeña para producir el programa que sales mejor cambiando de profesión. En otros casos te venden la hora para que tú vendas los espacios comericales y así pagues tus gastos de producción. También puedes incorporar productos de marca al contenido de tu programa y cobrar por ello.

Esta integración de productos se ve mucho en el cine y cada vez es más frecuente en la televisión. Pero por alguna razón, la manera que lo están haciendo en algunos programas de TV en PR es tan y tan burdo que da vergüenza. Pero ese es otro tema.

Entonces, para sintetizar, además de conceptualizar y producir el programa, ahora el productor también se tiene que encargar de la venta comercial. Ese es un mundo ajeno al productor artístico pero, como dije al principio, hoy en día las cosas son muy diferentes.

La pregunta que me hago es si en los demás mercados de la televisión en español habrá ocurrido lo mismo que aquí.

En un próximo post comentaré sobre la integración de los medios sociales y las plataformas digitales en las producciones de hoy.

jueves, 17 de marzo de 2011

¿Quiénes somos y qué hacemos ?


Hace 31 años atrás comenzé mi carrera como asistente de producción, por accidente por cierto.  Mi novio en aquel momento era Silverio Pérez y en una época de estrechez económica, él decidió revivir un programa de televisión que había hecho o visto, no recuerdo bien. Y yo, como novia solidaria y enamoradísima a mis 20 años de edad, dejé la universidad para irme a trabajar con él. Digo que fue por accidente porque ni estudiaba Comunicaciones ni la producción de televisión figuraba en mi visión de vida. Pero aquel acto inmaduro de dejar mis estudios por apoyar a mi novio, que luego fue mi marido por 20 años, me dejó la carrera que tengo hecha hoy.

Desde entonces ha llovido mucho y a través de los años he tenido grandes oportunidades de aprender y hacer, de crear y de inventar, de arriesgar y de negociar, de ganar y de perder. Y aún en las pérdidas he sabido ganar.

Había dejado de producir televisión hacía 10 ó 12 años cuando al fin llegó a mis manos un proyecto que me llamó mucho la atención. Esto fue en el 2007. Como las cosas en nuestra industria se mueven lentas para quienes ya no están en el medio, el proyecto tomó 18 meses en completarse, pero con mucho orgullo salió al aire el documental El Precio a Pagar, en junio del 2009 por WAPA TV.  En el proceso aprendí a trabajar a lo “guerrilla tv”, haciendo mucho con poco. Digo, en PR siempre ha sido así pero la industria ha cambiado bastante y para que una producción sea rentable, los crews de producción y pre-producción hoy en día son más pequeños. Los llamados a trabajar tienen que estar dispuestos a enrollarse las mangas y hacer de todo, por el bien del proyecto.

Y me ha picado la vena nuevamente. Tengo varios proyectos conceptualizados, escritos y diseñados en detalle, sobre el producto final y el funcionamiento del equipo de producción detrás de las cámaras. Ahora sólo falta que aparezca un canal interesado en co-producir y transmitirlos.

Por todo esto creé Laura Homar Media Group, la compañía de producción bajo la cual estaré produciendo mis próximos proyectos. En este blog compartiré los procesos por los cuales pasamos para producir contenido en diferentes plataformas, en multi medios.  A mí se me unirán en el blog las personas que forman parte del equipo. Pronto los verán escribiendo por aquí. Les invito a comentar, preguntar y opinar, y les prometo que responderemos!